miércoles, 1 de octubre de 2008

Reflexión Personal

Las artes durante el período republicano fueron de gran importancia en muchos aspectos. Debido a la gran tensión que en aquella época se vivía en todo el país, una de las pocas cosas que contribuía con el crecimiento personal de los venezolanos eran las artes; la arquitectura, la escultura, las artes escénicas, la música y la pintura ponían de su parte de maneras varias y particulares.

Además, es bien sabido que en aquel momento habiá un clima de guerra en el país, situación que fue mejorada gracias a las diversas artes de la época. En una obra de teatro, por ejemplo, podían asistir venezolanos de cualquier bando y disfrutar sin resentimientos políticos de ella, con unicamente fines culturales y de recreación; mejorandose así poco a poco las relaciones y distrayendo las mentes de las personas de los conflictos para finalmente llegar a la Venezuela de hoy en día, una Venezuela pacífica, un Venezuela unida.




La Pintura

El culto a los héroes ocupó la mayor parte de la obra artística de los pintores venezolanos hasta entrado el siglo XX. Juan Lovera lideró esta temática en 1835 pintando un cuadro alusivo a los sucesos del 19 de abril de 1810. Entre los pintores más destacados podemos encontrar a Martín Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Tito Salas, Cristóbal Rojas, Emilio Boggio, Manuel Cabré, Federico Brandt y Luis Alfredo López Méndez, quienes se formaron primero en Caracas y luego en Francia. La mayoría de sus obras fueron encargos oficiales.
El Círculo de Bellas ArtesImportante asociación artística de comienzos del siglo XX venezolano, integrada por jóvenes pintores y otras personas vinculadas al arte; entre los principales personajes que formaron parte de dicho grupo figuran Manuel Cabré, Leoncio Martínez, Armando Reverón, Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco. El 28 de agosto de 1912 fue publicado en la prensa nacional el programa de dicho Círculo, exponiendo las razones de su creación, la cual se llevó a cabo el 3 de septiembre del mismo año. En términos generales, dicha organización fue un punto de encuentro importante para la proyección renovadora, no sólo de las artes plásticas sino también de la literatura. En sus comienzos el Círculo de Bellas Artes realizó una serie de exposiciones que contribuyeron a que el público comenzara a valorar el quehacer artístico como digno de ser considerado a la par de cualquier otra profesión u oficio. Aunque el Círculo de Bellas Artes tuvo una vida corta (5 años), dicha organización contribuyó notablemente al redimensionamiento del arte venezolano en todas sus facetas.

La Música


En 1820, empezaron a representarse comedias y espectáculos dramáticos en la casa del señor Ambrosio Cardozo. El año 1831, el señor Cardozo construyó un teatro entre las esquinas caraqueñas que hoy conocemos como El Chorro y Coliseo. Este teatro, recordado como el Coliseo de Caracas, albergaba de 800 a 1000 personas. Es en este local donde se dieron a conocer algunas obras dramáticas que fueron representadas por compañías españolas que visitaron la capital, así como dos óperas de Rossini, puestas en escena por músicos criollos. El Coliseo fue desechado como teatro público hacia el año 1850, y para el año 1853, de él sólo quedaba un solar en ruinas.
Del montaje de óperas en el Coliseo se conserva una interesante crónica en el periódico La Oliva del 1º de septiembre de 1836. En ella se menciona el montaje de dos óperas de Gioacchino Rossini: La Urraca Ladrona, presentada dos veces, y El Barbero de Sevilla, puesta en escena sólo una vez. El montaje fue llevado a cabo por una compañía lírica criolla que dirigía Atanacio Bello Montero; esta compañía recibió gratos elogios de visitantes extranjeros que asistieron a las representaciones. En 1843 se presentó en El Coliseo una compañía lírica italiana: la Compañía de Ópera de Alejandro Galli. Esta temporada es famosa en nuestra historia musical por una acalorada polémica que levantó entre los críticos y melómanos caraqueños.
Atanacio Bello, de quien hablaremos con más detalles, había organizado con otro músico, José María Izaza, una Sociedad Filarmónica hacia 1831. Existía en la época la costumbre de incluir tonadillas sinfónicas y bailes en las noches de comedias, por lo que la orquesta de la Sociedad Filarmónica tuvo ocasión para debutar con bastante frecuencia. Entre los instrumentistas que formaban la orquesta se encontraban distinguidos músicos caraqueños como, por ejemplo, Juan Meserón y Felipe Larrazábal. Esta orquesta tuvo oportunidades para presentar programas de conciertos donde seguramente se interpretaban obras creadas por nuestros compositores.
El amplio interés del sector oficial de la época por la música es patente, por ejemplo, en la figura del General José Antonio Paez. En sus años de juventud, Paez conoció las danzas e instrumentos de la época, los cuales dominaba a la perfección. Muchas anécdotas se desprenden de los momentos de esparcimiento musical que encontró entre una batalla y otra durante las luchas de independencia. Por el año 1852, estableció relaciones amistosas en Europa con Louis Moreau Gottshalk, quien le dedicó Marche de Nuit, su opus 17. Durante su permanencia en Buenos Aires, dedicó a una niña dos obras en las cuales podemos apreciar sus dotes de melodista: Escucha Bella María y La Flor del Retiro.
Respecto a la educación musical durante esta época, encontramos la preocupación del gobierno por consolidar una institución oficial dedicada a esa labor. La Diputación Provincial de Caracas, en la Resolución del 3 de diciembre de 1849, y en Ejecútese del Gobierno Superior Político de la Provincia, del 7 del mismo mes, establece la creación de una escuela de música destinando para ello un presupuesto específico de trescientos pesos anuales. Esta escuela formaría parte de una Academia, y se instaló el 1 de enero de 1850, siendo su director el maestro Atanacio Bello Montero.

Artes Escénicas

Las artes escénicas son el estudio y la práctica de toda forma de expresión capaz de inscribirse en el universo del Teatro, la Danza y la Música; y en el mundo del espectáculo en general.
Durante el siglo XIX florecieron mas de 40 pequeños teatros, donde se representaban comedias, zarzuelas, operas y sainetes de compañias europeas y locales.


En Caracas abrió sus puertas el teatro Guzman Blanco en 1881; en Maracaibo, el teatro Baralt en 1883; el de puerto Cabello en 1886; y el de Valencia en 1894.
Llamamos sala de espectáculos a cualquier espacio arquitectónico construido especialmente para realizar en él cualquier tipo de espectáculo en vivo, ya sea teatro (drama), danza, música, etc.

La Escultura


La escultura tuvo como tema principal, además de las tradicionales representaciones de virgenes y santos, la exaltación de los héroes patrios y de los personajes ilustres. Guzman Blanco encargó a Eloy Palacios dirigir los cursos de escultura en la Academia Bellas Artes de Caracas, que hasta entonces solo se dedicaba a la enseñanza de la pintura. El propio Guzmán Blanco se hizo levantar estatuas.Joaquín Crespo también se interesó por ésta expresión artística. Pero dirigió su inquietud hacia las de tipo celebrativas y funerarias. Así angeles, cristos y niños llenaron los cementerios del país.

La Arquitectura

Se conservaron las formas y técnicas de la arquitectura colonial, influenciadas por las corrientes francesas y holandesas. La vivienda urbana mantuvo las formas coloniales y, en ciudades como Maracaibo, La Guaira, Puerto Cabello, Carúpano y San Cristóbal, los comerciantes construyeron casas de dos pisos con balcones.

Entre 1830 y 1870 se construyeron edificaciones religiosas en diversas ciudades.



Durante el guzmancismo se impulsó la construcción. En Caracas se contruyeron el Capitolio Federal, el parque de El Calvario, el acueducto de Macarao, la fachada de la antigua sede de la Universidad Central deVenezuela, la Basílica de Santa Teresa - Santa Ana y el Templo Masónico. También se transformó el templo de la Santísima Trinidad para crear el Panteón Nacional.

Luego, Joaquín Crespo, por su parte, se hizo construir dos residencias presidenciales: Santa Ines y el Palacio de Miraflores.

En el resto de las ciudades del país se construyeron pocas obras de importancia a finales del siglo XIX. Después, a comienzos del siglo XX se introdujo la construcción de quintas en las nuevas urbanizaciones caraqueñas.

Mientras tanto, la vivienda rural variaba en su forma y materiales de construcción según la región y el clima.